viernes, 1 de diciembre de 2006
Mi reflexion final (LFQ)
Quizás el aprendizaje del taller es que la verdadera catástrofe no fue una inundación sino que se siente otro acecho a la sociedad: el de la currupción, el “choriceo”, el deterioro de la calidades humanas por una bajeza institucionalizada que se propaga para hacer cada vez más borrosos los bordes ístmicos.
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